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Mostrando entradas de junio, 2018

Por el ojo de la cerradura

por Miguel Angel Marín Miró por el ojo de la cerradura. Fernando había escuchado un ruido sospechoso. Al principio no vio nada. Luego, cuando se acostumbró a la oscuridad, distinguió dos figuras. Eran sus hijos, Álvaro y Pablo. Estaban sentados en una mesa consultando unos papeles. -           Vaya caos. Aquí está lo del BBVA. ¿Has encontrado lo de Ibercaja? -           No. Pero sí unas acciones de telefónica. Y los papeles de un seguro dental. -           Pues yo, la escritura de la casa de la playa. -           ¿Cuánto crees que habrá? -           No sé. Espero que en total más de dos kilos. Fernando se apartó un momento de la cerradura porque le lloraban los ojos. Se los restregó y volvió a mirar. Todo negro otra vez. Poco a poco se ...

Llamada de madrugada

por Miguel Angel Marín El teléfono comenzó a sonar de madrugada. Con tonos raros, apremiantes, agudos.   Lisa conocía su significado. El momento había llegado. Se movió despacio hacia el aparato, con languidez, con prematura nostalgia de aquel tiempo luminoso. El trabajo estaba concluído. Lo había conseguido. No había sido difícil seducirlo, convencerlo, contando con aquel hermoso cuerpo. -           Tengo que ir a Texas este fin de semana – le había dicho John, mohíno, mientras se desperazaba en la enorme cama revuelta. -           Pues va a ser una pena. Tenía una sorpresa preparada para ti en Miami – contestó ella. -           ¿Ah sí? ¿De qué se trata? - preguntó divertido. -           Nunca lo sabrás si no vienes. -           Venga, dímelo....