El último paquete de tabaco Por Olga MG Mierda, no encuentro el paquete de tabaco. Y, joder, era el último. Cuando comenzó el rebrote y las cifras de muerte se clavaban en los oídos como punzones afilados volvió el confinamiento. Y en condiciones aún más duras. Hasta añoro los años de cárcel de mi juventud. Allí, al menos, teníamos horas de patio. Podíamos hacer ejercicio al sol y, coño, podíamos fumar. Ahora es imposible salir a la calle. Cada uno tenemos nuestra marca, dependiendo de la edad y el estado de salud. Yo soy brazalete marrón. Marrón sí, como mi vida, que ha sido un marronazo total. Pero esa es otra historia. Con mi marca no es posible salir a la calle. Colectivo de riesgo máximo, dicen las autoridades sanitarias. Pero, aunque pudiera salir, los estancos están...
Relatos de los cursos de Escritura Creativa del C.C. Teodoro Sanchez Punter y de la Sala 2 del C.C. Salvador Allende