Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de marzo, 2022

Crisis

 Por Eva Fernández Originalmente, la palabra deriva del verbo en griego antiguo “ krinein ”, cuyo significado es juzgar para tomar una decisión y cuyo sustantivo “ krisis ”, significa juicio, decisión. Según Steven James Venette “ crisis  es un proceso de transformación en el que no se puede mantener el sistema antiguo”. Pues así estoy yo.    En crisis.    La de los 50 adelantada, o la de los 40 con retraso, vaya usted a saber.    El caso es que estoy en un proceso de CAMBIO, así, con mayúsculas. No es solo que me hayas echado de casa, y un tornado haya arrasado con todo, que también.   Es que...cualquier tiempo pasado me parece mejor.    A lo mejor esta descarga eléctrica en las pelotas era lo que necesitaba… -         Yo voy de subida y tu de bajada, y juntos no vamos ni para atrás ni para delante… y eso me desespera, -me dijiste. -         No quiero… no quiero ...

Crisis: Tarde de Miércoles

     Todos los miércoles,   las tres amigas se juntan a tomar café a las cinco de la tarde. Están durante una hora en animada conversación y después cada una va a sus quehaceres, reconfortada por la charla. Es su ratito semanal de esparcimiento, que les sirve para desahogarse y recobrar energías    Hoy han quedado en la nueva cafetería que han abierto en la plaza, cerca de donde vive Inés. Pero Inés todavía no ha llegado. Merche y Esther han elegido una mesa detrás de la cristalera. El sitio es coqueto y de ambiente cálido, aunque a Esther la decoración no le acaba de convencer. Demasiado minimalista para su gusto. Se acerca el camarero, un chico joven, de amplia sonrisa, que les ofrece una carta en forma de trébol de cuatro hojas. Va cubierto por un mandil negro que le llega hasta los tobillos. -          ¿ Qué van a tomar? Les recomiendo nuestras tartas caseras.   La de zanahoria está recién hecha. ...

2/2/22 (Sala 2)

  Por Eva Fernández “Cuando José Manuel vio bailar el auricular en la pantalla de su teléfono móvil aún no sabía que su hija había muerto. -Diga- contestó. - Hola, Jose-saludó Pepe, el padre de su ex; el abuelo de Desiree, con voz apagada. Era raro que llamara- ¿Dónde estás? - Trabajando.   – Respondió José Manuel, seco.   No había muy buen rollo, la verdad. La relación con Ana María era muy tensa, más desde que estaban pleiteando por la custodia de la nena -¿Qué pasa? - La niña, está muy malita. Ven. –Imploró el viejo. - La nena está muerta.- Aulló la abuela. (…)” Hoy es 2 del 2 del 22.   Han pasado dos años y pico.   Desiree tendría nueve.    Maika Serrano, la periodista de sucesos desplazada hasta Pontevedra para cubrir el juicio, levanta la vista de su portátil y fija su mirada en la cristalera del SalaDos, la cafetería que se ha convertido en su oficina improvisada.   Al otro lado de la plaza, el imponente palacio que alberga ...

Reflexión improvisada

Te sientas ante el ordenador y abres el documento de Word. Se suponía que ibas a terminar el relato más o menos intrascendente, quizás jocoso o triste, real o inventado,   que nos habíamos comprometido a escribir   en nuestra última reunión.   Pero los funestos acontecimientos de los últimos días   te tienen sumida en un desasosiego y malestar que te impiden concentrarte en algo que no sea exasperarte y lamentar   lo que está ocurriendo en ese país, Ucrania, del que hasta ahora lo desconocías casi todo. La idea de que si no hubiera armas, no habría guerras, puede parecer simplista y las manifestaciones del NO A LA GUERRA, pueden criticarse como expresiones de una cómoda inacción   que nada resuelve, pero una pregunta machacona tampoco puede dejar de plantearse: ¿qué exorbitantes ganancias dejarían de amasar los fabricantes de armamento si no instigasen a los enfrentamientos entre algunos dirigentes ególatras, perturbados por un desmesurado afán de domin...

Sala dos : Coincidencias

  La vida a veces nos desconcierta con sus casualidades. Y no es que éstas sean de por sí buenas ni malas, pero pueden provocar alguna consecuencia, no siempre agradable. Había quedado, como casi todos los domingos, con mi amiga Dorita para ir al cine. Tenemos unos horarios de trabajo incompatibles, así que preferimos ir a la última sesión. Al salir, tomamos algo rápido, si encontramos algún sitio abierto, lo cual no es fácil, porque los domingos, a partir de cierta hora, la ciudad aparece casi desierta. Nos contamos los aconteceres de la semana y nos despedimos hasta la siguiente. Normalmente es Dori   la que elige la película y se encarga de sacar las entradas por Internet. Nos gusta además esa sesión porque ahora que ya no hay límite de aforo, pero la mascarilla sigue siendo de uso obligatorio, hay poca gente y resulta menos agobiante. Estaba ya esperándola en la puerta de las salas de cine, tal como habíamos quedado, cuando sonó el móvil. Era Dorita. -  ...