por Miguel Ángel Marín
Nulia nació con dos marcas en la piel: una con forma de media luna y otra
en forma de “v”. La pequeña creció feliz, aunque huérfana y esclava, jugando en
las estancias de una mansión elegante, refinada y repleta de verdes jardines, propiedad
del procónsul Tiberius y que estaba situada en la ciudad de Turna, en el planeta
Ceres, capital del imperio Romuliano.
Sonó el teléfono. Aquella llamada iba a cambiarme la vida.
A los trece años Nulia fue prestada por primera vez para amenizar la
velada de un invitado de su amo. El favorecido, un senador gordo, calvo, de
gruesos labios y mirada libidinosa se relamía cuando se la presentaron. En
cuanto los dejaron a solas arrancó sin miramientos los ropajes de la muchacha y
la poseyó salvajemente. Incapaz de moverse por el peso de aquel enorme y
sudoroso cuerpo, mientras el senador empujaba y jadeaba sobre ella, Nulia
sintió asco e impotencia y en su mente despertó el ansia de la liberación y la
venganza.
Con ocasión de los
tumultos producidos la noche de la rebelión de los esclavos, Nulia consiguió
escapar, junto con su amado Pietro, de su cautiverio y pudo huir, tras muchas
vicisitudes, al planetoide Asdor, una construcción artificial con forma de
media luna, situada en zona de nadie entre los confines del imperio Romuliano y
los de la confederación rebelde. Tras el asesinato de Pietro a manos de agentes
del imperio se vio obligada a ejercer la prostitución e intervino en varios
altercados contra militares del imperio, hasta que ascendió, dada su fiereza, al
grado de líder de la facción numantina, una banda terrorista apoyada por la
confederación.
— ¿Diga?
— ¿Señor
Escartín?
— Sí.
— Le
llamo de la editorial Rododendro. Hemos leído atentamente su novela. Queremos
hacerle una oferta que creemos muy generosa por los derechos sobre su obra.
Me
ofrecieron una cantidad desorbitada. Con ese dinero podría vivir con desahogo
varios años. Falta me hacía.
Nulia finalmente coordinó
una operación que acabaría con la vida de los principales generales del imperio
y de su antiguo amo, en una fiesta celebrada precisamente en la casa que tan
bien conocía. En la refriega que se produjo Nulia resultó herida. Las fuerzas
de la confederación, aprovechando el desconcierto tras el golpe en casa de
Tiberius lanzó una rápida incursión contra el imperio y éste fue vencido. Nulia
vivió lo justo para conocer la victoria y luego falleció.
— El
acuerdo incluye sin embargo dos condiciones. La primera, nuestro cliente quiere
utilizar su novela para hacer una película, como base para un guión de cine, por
lo que deberá aceptar su adaptación al formato de guión. Por supuesto podrá
supervisar dicha conversión. La segunda es que hay que cambiar el final de
manera que su protagonista no acabe muriendo.
— Deme
un minuto — dije.
Dejé
el teléfono apoyado en la mesa del salón y me trasladé al comedor. En la
tercera balda del armario guardaba mi última botella de whisky. La abrí y me
serví un vaso cumplido. Tomé dos largos tragos largos mientras notaba que los
mecanismos de mi conciencia iban acoplándose y volví al salón. Recuperé el
teléfono.
— A
la mierda. — dije. Y colgué el teléfono.
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