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Mostrando entradas de octubre, 2020

¿Dónde está Charli?

  Por Eva Fernández Pablo tiene un perrito que se llama Charli.    Viven en Utebo, con los papás de Pablo y su hermana Elena. Utebo es    un pueblo que tiene una torre muy alta en la plaza, y a veces van allí a pasear.    Pablo va al cole para aprender a ser superhéroe, pero le han dicho que aún no saben cual es su superpoder, primero tiene que aprender otras cosas como contar, leer y escribir. De todas formas, Pablo corre muy deprisa y su señorita piensa    que a lo mejor la supervelocidad es el poder secreto de Pablo. Desde que Charli vive en casa de Pablo, los dos se habían hecho muy buenos amigos.    Charli antes vivía en la ciudad, y le gustaba ir a pasear a otro parque y jugar con otros perros. Pablo tiene muchos amigos, algunos en su cole, y otros que son    hijos de amigos de sus papás, como Alejandro Junior, Saúl, Marta, Sofía y Sara, la hermana pequeña de Alejandro Junior. Pablo no sabía que Alejandro Junior tamb...

Marco, el de los bolsillos grandes

 Por Miguel Ángel Marín Marco era un niño-genio. Había inventado un sistema para reducir y aumentar los objetos con una especie de mando a distancia. Se entretuvo reduciendo un montón de cosas y luego las recogió muy ordenaditas por la letra inicial de su nombre. Para guardarlas, ideó una chaqueta con 28 bolsillos, uno por letra. Pero Marco tenía también un hermano pequeño, Luca, que era un trasto y jugando, jugando, sin que Marco lo supiera, desordenó todas las cosas. Marco, Luca y sus padres vivían muy apartados, en un pueblo italiano al pie de las montañas. Y no desayunaban con diamantes . Sucedió una noche . De pronto apareció un monstruo mezcla de tigre y dragón , que dio cuatrocientos golpes . Y desató el pánico en la ciudad . Todos corrieron despavoridos. Se produjo la gran evasión . Pero Marco no huyó. Se puso su chaqueta metálica y se enfrentó a la bestia. Se encontró solo ante el peligro . Tuvo vértigo, pero se sobrepuso. Busco en sus bolsillos, en la L un lan...

Todo al quince negro. Adaptación teatral

Por Eva Fernández   Personajes: -Daniel Salvatierra (D.S.) -Rose Marie (R.M.) -Maxime, el barman   ESCENA 1. El escenario muestra una vivienda.    A la izquierda, una habitación modesta, un hombre de mediana edad, vestido con traje, abre el cajón de la mesilla.    Saca una cápsula y se la guarda con cuidado en el bolsillo izquierdo del chaleco, junto al reloj.    Seguidamente, deja, dentro del cajón una hoja de papel, que dobla por la mitad. El hombre abandona el dormitorio, por una puerta situada en el centro.    A la derecha, en el comedor, una mujer acuna en sus brazos un bebé. Él se acerca y conversan:   DANIEL SALVATIERRA: No te puedo contar nada ahora, pero te prometo que a la vuelta lo haré.   Tengo que resolver u n asunto incómodo, pero regresaré  por la mañana.    Prepara algo de equipaje.    Nos iremos de aquí una temporada. ROSE MARIE: ¡No te conozco! ¿Qué está pasando? ¿En qué líos estás met...

Adaptación teatral : El collar de perlas

    El collar de perlas Escena primera Al subir el telón, se puede ver el salón-comedor de una casa acomodada, quizá noble.  Postrimerías del siglo XIX o comienzos del XX. El mobiliario es sólido, vetusto, pero austero.  En las paredes algunas cornucopias y grandes cuadros con retratos de adustos varones, seguramente antepasados de la familia. Hay varias puertas y dos ventanas, cubiertas por pesados cortinajes que apenas dejan pasar la mortecina luz de las primeras horas de una tarde de invierno. Por una de las puertas laterales entrarán en escena los tres personajes ( padre, madre e hija). Su vestimenta debe estar acorde con la de una familia noble de la época, sobria y oscura la de los padres, algo más vistosa la de la hija. El padre acaba de enterarse de que su única hija está encinta y, por si eso no era motivo suficiente para desatar su cólera, su hija, a fuerza de gritos y amenazas, le ha tenido que confesar quién era el padre de la criatura, el primogéni...

Realismo mágico

                                          Poderes      El día que Merceditas vino al mundo hubo un gran alborozo en la familia Muñiz- Montalbán, que se propagó por todo el pueblo. Y no era para menos. Después de nueve hijos varones, curtidos y robustos como robles, la llegada de esta niña, no por inesperada menos deseada, supuso para todos una inmensa alegría. La acogieron como un preciado juguete que había que cuidar y mimar. Era como una muñeca, diminuta, con la carita redonda y luminosa como una moneda de chocolate y orlada por unos mechones de rizos rubios. Le pusieron Merceditas por su abuela Mercedes y todos se volcaron con ella, sus padres, Matilde y Matías, y todos sus hermanos desde Manuel, el mayor, hasta el que había sido el benjamín, Martín, pasando por Mario, Miguel, Marcos, Maximiliano, Mauro, Moisés y       Mateo. Mercedit...

El naufragio

  Por Eva Fernández La primera vez que lo vio sin gafas sus ojos solo le parecieron preciosos.  Hoy, que lo ha mirado  mejor ha visto que  ¡Sus ojos son dos islas!- Rodean sus pupilas dunas de arena, bañadas por el mar, con olas que rompen en la orilla cuando pestañea.  Por eso no puede dormir hasta que la marea lo mece y lo aquieta. Si se pone nervioso no  concilia el sueño, se desvela del todo, y esconde las islas tras la bruma de los cristales,  hasta que deja de escucharse el sonido del mar. A veces, cuando pasa eso, ella tampoco duerme.  El otro día pensó que, tal vez, si lo acunaba, o si lo abrazaba, se dormirían por fin y de tanto pensar en abrazarlo, le creció un brazo en la cadera; pero un brazo corto, que no servía para mucho, era muy incómodo para dormir de lado, y en realidad le sobraba, solo servía para sostener el café por la mañana o para llamar al ascensor. Ya solo podía llevar vestidos o faldas con bo...

No me avergüences

  Por Eva Fernández -No me avergüences.   Eres mi mensajera y el futuro de nuestro pueblo está en tus manos.   – Fue la seca despedida de Stevo a su hija Zika; mientras sus ojos negros se clavaban en los azules de ella y le transmitían el peso de la responsabilidad del momento a los hombros adolescentes de su hija.- De ti depende que comamos el próximo invierno, no lo olvides. Ella se giró sin mediar palabra para evitar el llanto y subió en el vagón del tren de larga distancia sin volver la vista atrás, consciente de su misión, afianzar las relaciones comerciales con China, asegurar el intercambio de trigo y soja en la Nueva Hispalis, en tiempos de escasez.    Su matrimonio con un adolescente chino, al que apenas recordaba, había sido concertado de antemano cuando ambos eran unos niños. El destino final era Ghonzou, una antigua provincia china.   El acuerdo suponía una alianza comercial muy importante, y llevaba como embajadora a su tesoro más preciado,...

Distopía

 Por Miguel Ángel Marín El despertador de Enric suena a la 7:00. Se levanta, toma una ducha de vapor y se prepara un desayuno que incluye zumo natural, tostadas, algo de beicon y café. Mira el paisaje a través del enorme ventanal de su casa. El bosque está despertando. Se escuchan los trinos de aves madrugadoras. Un arroyuelo cercano discurre plácidamente. Después, se conecta al trabajo. Al instante aparecen los hologramas de sus compañeros y del jefe de grupo. Los saludos informales, las bromas, dan paso a las preguntas sobre las tareas, la ilusión por el nuevo proyecto emprendido… Todos ellos viven en espacios aislados, ultramodernos, hiperconectados, en mitad de la naturaleza. Disponen de todas las comodidades y lujos de una sociedad avanzada aunque alejados unos de otros. El miedo al contagio perdura. Incluso conseguir pareja se ha convertido en algo muy complicado. Por eso muchos de ellos permanecen célibes.   Marcos corre como alma en pena para salvar su vida. Ha t...

Rebelión silenciosa

                                     Rebelión silenciosa             Zaragoza, veinte de junio de 2027        Una vez más la Historia se repetía. La vieja Europa, devastada por las pandemias, el cambio climático, la crisis económica y la falta de consensos, se había convertido en un continente opaco, inhóspito y sumido en la más absoluta desolación. Los ideales europeístas, que habían prevalecido a finales del siglo veinte y principios del veintiuno, se fueron diluyendo, arrasados por los nacionalismos, racismos, populismos, y todos los demás   -ismos contrarios a cualquier idea de unidad, igualdad o solidaridad. Así las cosas, no resultó sorprendente que cayéramos bajo el dominio de una oligarquía, autodenominada Comité de Salvación y secundada por unas huestes de oportunistas, corruptos y retrógrados. Impusieron...