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Septiembres

 

Por Eva Fernández

Regué las plantas de la oficina antes cerrar la puerta el 13 de marzo de 2020, sin saber  que el mundo frenaba un poco. Seis meses después, el coleo no ha  sobrevivido.  El poto y la suculenta sí.  Alguien las ha regado.  

Otro septiembre, 19 años atrás, un SMS me anunció el cambio de siglo. Regresé a Zaragoza el viernes 7, para hacer un  examen de inglés el día 11.  Era una buena excusa para pasar unos días en casa, así que estaba encantada de quedarme hasta el miércoles, aunque de antemano sabía que no aprobaría.   

El salón de actos de la Escuela de Idiomas estaba abarrotado y en el descanso salimos en tromba al pasillo y encendimos nuestros móviles, esos en los que sólo se podía jugar a la Serpiente, y a los que aún no éramos adictos.

El SMS decía: “Atentado contra las Torres Gemelas”. Pensé que era una broma, pero todas las conversaciones parecían girar en torno al mismo tema…  No me dio tiempo a pensar.  Se terminaron los 10 minutos del descanso y entramos  de nuevo al aula a hacer el listening.

De vuelta en casa, pasé el resto de la tarde clavada en el sofá. Recuerdo ver en bucle la imagen del segundo impacto, con la voz de Matías Prats hablando con el corresponsal en Estados Unidos,­- ¡Dios mío, otra avioneta! ¡Contra la otra torre! Esto no es casual, Ricardo ¡Es un atentado! ¡Es un atentado!...- los cuerpos cayendo al vacío como muñecos de trapo con las torres polvorientas desmoronándose detrás y la cara de estupor del Presidente americano mientras le comunicaban la noticia, en la inauguración del curso escolar en un colegio.  

Siglo XX cambalache, problemático y fugaz… Hoy un virus minúsculo marca la agenda. Es una amenaza difusa, global y desconcertante, aunque los líderes del mundo siguen poniendo cara de poker…

No sabemos adónde vamos; sin embargo pegatinas de flechas en el suelo marcan nuestros pasos cotidianos.  Nos tratamos a distancia, llevamos mascarillas y nos lavamos las manos con gel Solo nos salvan las miradas que anuncian sonrisas y los besos que nos atrevemos a dar.  

El séptimo mes del año para los romanos; nuestro septiembre, es mes de vuelta a la rutina, sin embargo, en este año infinito, el tiempo se detuvo en marzo y no conseguimos recoger la arena derramada para seguir adelante.  ¿Cuánto durará? ¿Qué sorpresas nos deparará el futuro?


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