15 de
mayo de 2020
Cuando
salí a la calle sentí la alegría de que una pesadilla había terminado. Mi calle
estaba allí,
inmóvil,
esperándome. Todo parecía igual pero,
por un momento, dudé cual era mi realidad
y si
los últimos dos meses habían sido un sueño.
Me
sentí preso de una serie continua de órdenes que me obligaron a caminar en una
sola dirección.
Salgo
y, alegre, siento el calor del sol,
respiro libre y veo el color intenso de las flores cuyo aro-
ma es
la ventana de la primavera que brilla. Todo seguía igual pero todo era
diferente. Volví a
saludar
al farmacéutico , al panadero y entré a comprar el periódico. Nos hablamos
sonrientes
pero
distantes. Demasiado lejos para compartir temores y miedos al coronavirus.
Me
alegre de volver a ver los semáforos, las bicicletas y el tranvía. Manuel sigue
vendiendo los
cupones
de la ONCE. Nos reímos contentos de volver a oírnos. Me crucé con Tomás a las
diez
y
media, como todos los días. No se quién es pero nos decimos adiós. No ha
abierto Angel su
puesto
de frutas y verduras. Comentan que ha sido víctima de la enfermedad. Lo conocía
y era
amable.
Seguro que ha sido la víctima 49. Era su número. Nació en 1949, trabajó 49 años
y vi-
vía en
el 149.
Saludo
pero con temor. Ni la mano ni abrazos, Algo ha pasado que tanto nos ha alterado. Nos
cruzamos
alejándonos. Somos extraños en una ciudad solitaria. Dos abuelos se
abrazan al en-
contrarse.
Seguro que emocionados de poder hacerlo. Su vida valía poco. Me alegro de
volver a
ver a
mi amigo Marcos. Nos damos la mano. La amistad es superior al miedo. No me
encuentro
con
todos como cada día. Quizás mañana o tal vez nunca.
Estamos
amenazados. Hemos perdido meses de existencia. La calle no es lo mismo. La
muerte
nos ha
sorprendido en nuestro mundo de auto admiración. Las cosas no serán ya nunca
igual.
Regreso
por mi calle pero le falta mucha vida. Las personas hemos cambiado. Camino
vigilante
para que
el COVID 19 no me atrape en cualquier
esquina.
¿Dónde
están los besos, abrazos y caricias.? ¿Qué nos está sucediendo?
Bueno,
hoy, estoy vivo.
jesúsañaños
Nos abrazaremos cuando nos veamos.
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